Con este post quiero inaugurar una sección del blog que a mí, particularmente, me encanta: la de historia. La historia nos permite saber de dónde venimos y no cometer los mismos errores del pasado otra vez. “Los que no recuerdan su historia están condenados a repetirla”.
Como algunos, pero no los suficientes, sabréis, los sexólogos que estamos formándonos ahora, en 2020, los de nuevo cuño, pertenecemos, yo creo (y esto es solamente mi opinión) a los inicios de una cuarta generación. Pero ¿quiénes fueron los primeros, los padres de la sexología, los primeros estudiosos del sexo?
La sexología lleva mucho tiempo considerándose una ciencia nueva, pero llevamos llamándola “ciencia nueva” casi 150 años, por lo que la novedad… no sé yo. Es cierto que es una ciencia novedosa para mucha gente – no todo el mundo conoce la figura de un sexólogo y si la conoce igual no sabe a qué se dedica en concreto – y que, además, ha sufrido muchos baches a lo largo de la historia: los regímenes totalitarios de principios del siglo XX, el auge de la psiquiatría y la medicalización de la sexualidad, el auge del género a finales de los 70… entre otros eventos históricos que se me quedan por el camino, han hecho que la sexología se haya desarrollado a la sombra de otras ciencias que han tenido más relevancia social.
Pero que otras ciencias se hayan considerado más relevantes, no significa que la sexología sea una ciencia menor, que esté sujeta a ser un adjetivo de otras (como psico-sexología o medico-sexólogo), o que no se haya desarrollado a lo largo de los años.
Es cierto que los primeros estudiosos del sexo no fueron sexólogos, igual que los primeros estudiosos de la medicina no eran médicos, ni los primeros estudiosos de la psicología no eran psicólogos, y un largo etcétera. La sexología, como todas las ciencias, se nutre de estudios de otras como la biología, la psicología, la sociología, la medicina, la neurología… Es así ahora y ha sido así en el pasado. La ciencia es eso, nutrirnos unos de otros, ya sea en lo social, en lo biológico o en la ciencia pura.
Entrando en materia, podríamos decir que los padres de la sexología son cuatro: Magnus Hirschfeld, Havelock Ellis, Albert Moll, Ivan Bloch. Fueron los primeros que empezaron a ver los conceptos tal como los vemos hoy día, y desarrollaron su actividad a finales del siglo XIX y principios del XX.
Después de estos vinieron muchos otros que todavía no eran sexólogos de profesión, pero que tienen mucho que aportar al estudio sexológico a lo largo del siglo XX. Estos son algunos más: Master y Johnson (que son dos, pero su obra siempre va de la mano), Quintiliano Saldaña, Kinsey, Gregorio Marañón, Hildegart, Simone de Beauvoir…
La tercera etapa se extiende hasta nuestros días. Por ello, si tengo oportunidad, de estos últimos intentaré hacer entrevistas además del recorrido por su vida, obra y aportaciones a la sexología.
Aunque estos son los sexólogos más importantes y los padres de la sexología tal como la conocemos, hay muchos pensadores, filósofos, escritores, y autores que se remontan hasta la Grecia Clásica cuyas aportaciones son de mucho interés como Platón, Ovidio o hasta el Marqués de Sade, y muchos otros que ni siendo sexólogos ni pretendiendo serlo, plantean unos antecedentes importantes, como Kaan, Kraft-Ebbings o Ulrichs. De ellos también hablaré en esta sección.
A ti, ¿te interesa la historia?
Bibliografía y enlaces de interés.
Foucault, M., (1980). Historia de la sexualidad 1., La voluntad del saber (3ª ed.).Madrid: Siglo XXI Editores. (obra original publicada en 1976).
Ovidio. El arte de amar.
Amezúa, E., (1993). Los hijos de don Santiago: paseo por el casco antiguo de nuestra Sexología. Revista Española de Sexología. 59-60.
Lejárraga, J., (2014). Apuntes de Historia de la Sexología: La primera generación de sexólogos (1880-1945). Revista Española de Sexología. 183-184.