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Conceptos

No lo llames preliminares, llámalo gozos

Seguro que si yo os hablo de preliminares, me atrevo a decir que a todos (o al menos a la mayoría de) los que me estais leyendo se os pondrá una sonrisilla en la cara. Y os estareis imaginando cosas, cuanto menos, gozosas.

Cuando se habla de preliminares, se suele a hablar de prácticas que preceden al coito, a la penetración. Pero ¿por qué los llamamos preliminares? Pues bueno, es una larga historia.

Desde tiempos inmemoriales, se le da una gran importancia al coito, al acto penetrativo. Esto, en parte, tiene sentido, ya que antes se mantenían relaciones sobre todo por procrear y no tanto por disfrutar. Bueno, más bien se consideraba que debería ser así, que luego la gente hacía lo que quería. Pero el caso es que la importancia estaba en mantener la especie.

El coito, la penetración pene-vagina, es una práctica que reune los dos requisitos que se buscaban: la procreación y el goce (masculino). De esta manera, quedó anclado en nuestra historia, sociedad y memoria que el coito es «lo bueno«, «lo que hay que hacer«, «a lo que se aspira en un encuentro entre dos personas«, «lo que satisface«. Pero claro, una penetración pene-vagina se dará si esas personas que se encuentran tienen un pene y una vagina, y si les gusta la penetración… ¿y si no hay un pene y una vagina? ¿y que pasa si hay dos penes? ¿o dos vaginas? ¿y cuando la penetración no es placentera para una de las partes? ¿y si no apetece hacer eso? ¿no se está haciendo nada? ¿son «solo preeliminares»?

Meryl Streep poniendose unas gafas diciendo "foreplay?", que significa preeliminares en inglés.

Como antes nos movíamos en lo reproductivo (en teoría) estas cosas eran impensables. Ojo, que no significa que no se deseasen. Pero la norma era una heterosexual reproductiva, los deseos no entraban en este campo.

Otro factor fue que, hasta hace poco (unos 100 años) se creía que las mujeres no gozaban. O no deberían gozar. Y es que la penetración es una práctica esencialmente gozosa para quien tiene pene. Esto no quiere decir que quien tiene vulva no disfrute: claro que puede disfrutar y que sea una práctica deseada, deseable y buscada dentro del deseo femenino. Pero para una (gran) parte de personas con vulva, la penetración es un trámite, incluso podríamos calificarlo de preeliminar si tomamos la definición de «lo que precede a lo bueno» que comentabamos al principio.

Pero vayamos al meollo. ¿Es realmente la penetración a lo que debemos aspirar?

Pues no, y cuanto antes nos lo quitemos de la cabeza nos iría bastante mejor. Creer que la penetración es la máxima y que todo lo demás está por debajo es un error. TODAS son prácticas eróticas respetables, buenas, deseables y gozosas, siempre que a quien las práctica se lo parezcan. Es igual de bueno, gozoso y deseable una felación, un cunnilingus, una penetración que una masturbación. Y esto solo por poner un ejemplo con prácticas conocidas y practicadas por todos y no meternos en más caña.

Ahora ya no nos encontramos por reproducirnos. No tenemos esa idea en mente para echar un polvo. Nos encontramos por disfrutar y por estar con el otro. Los encuentros, con cualquier práctica, crean vínculos entre nosotros queramos o no.

Pero nosotros estabamos hablando de preeliminares. Los preeliminares sí existen. Preeliminar es irte a tomar algo con alguien a ver si te gusta. O querer mantener una conversación. Que te tenga que parecer buena persona. Yo que sé, los filtros que cada uno tenga, que pueden ser de todo tipo, para que alguien te guste como para meterlo en tu cama o para lo que sea.

Eso son preeliminares. Comer un coño, no.

¿Conoces Pimentón Dulce?

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