Dificultades

Falta de deseo: cuando deseamos desear

Cuando hablamos de deseo, mucha gente lo confunde con excitación. Cuando hablamos de falta de deseo, mucha gente lo confunde con «ya no le gusto» o «ya no me gusta».

La realidad es que el deseo es una cosa, la excitación es otra, la eyaculación es otra, la erección es otra, el orgasmo es otra… y así. Aunque se den de manera conjunta o muy seguida, no significa que formen parte del mismo proceso.

La R.A.E define «deseo» como:

Deseo.- 1. Movimiento afectivo hacia algo que se apetece. 2. Acción y efecto de desear. 3. Objeto de deseo.

Aunque la RAE no siempre tiene las mejores respuestas para estas cosas, ya que habla desde el uso popular de las palabras, en este caso ha dado de lleno. Cuando deseamos algo, es que algo nos apetece. Que lo anhelamos. Que, en definitiva, lo queremos.

En sexología utilizamos la palabra deseo para hablar de querer tener encuentros eróticos o hedónicos con otras personas. De tener ganas de mantener relaciones. No nos engañemos, es algo dificil de definir y medir, por eso es también algo complicado de identificar.

Entonces, ¿de qué hablamos cuando decimos que ya no sentimos deseo?

Cuando usamos esta expresión queremos decir que ya no nos apetece tanto mantener relaciones, que nos da pereza, que no queremos…

El deseo es cambiante. Cambia a lo largo de nuestra vida, de nuestros ciclos vitales, de nuestros ciclos hormonales y de las situaciones que vivimos día a día. Con el estrés, por ejemplo, o la ansiedad, el deseo puede bajar. Puede que nos apetezca menos mantener encuentros con otros. Pero eso no significa nada malo: es algo adaptativo a la situación de estrés que estamos viviendo.

Lo mismo ocurre con las malas experiencias en la cama o con el sentir que tenemos la obligación de mantener relaciones sexuales. Todas esas situaciones hacen que el deseo, baje. El deber mata al deseo.

No todas las personas tenemos el mismo «nivel» de deseo que otras, ni todas a lo largo de nuestra vida, semana o incluso de un día tenemos el mismo nivel de deseo. Habrá días que tengamos más ganas, otras que tengamos menos. Habrá personas que de por sí tengan más ganas, y otras que tengan menos. Pero eso, en sí, no es un problema.

Si a pesar de haber leido todo esto, sigues teniendo dudas sobre el deseo, siempre puedes ponerte en manos de un profesional de la sexología. Intentaremos ayudarte de la mejor manera posible.

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