Uno de los motivos por los que una persona puede presentarse en una consulta de sexología es la eyaculación precoz. Todos hemos oído hablar de ella alguna vez y nos hemos hecho una idea en nuestra cabeza de lo que eso es. Pero para hablar de lo que es y desgranarlo, tenemos que empezar por saber qué significa precoz.
Según la R.A.E., la palabra «precoz» significa lo siguiente:
Precoz.- 1. Dicho de un fruto: Temprano, prematuro. 2. Dicho de un proceso: Que aparece antes de lo habitual. 3. Dicho de una persona: Que desarrolla algunas cualidades o capacidades antes de lo normal. 4. Propio de una persona precoz. 5. Que se realiza en las etapas tempranas de una enfermedad o un proceso orgánico. Ej. diagnóstico precoz.
En todas estas definiciones, se habla de normalidad, de lo esperado y de lo habitual. Pero, ¿qué es lo normal, esperado o habitual respecto a una eyaculación?
Esta es, de alguna manera muchas veces, la raíz del problema. Consideramos que algo es precoz respecto a otro algo, en este caso, una idea o expectativa que tenemos en la cabeza. Pero que algo sea o no precoz no es algo matemático o exacto.
Lo digo muchas veces: hablamos de los encuentros y placeres como si hablásemos de una clase de física de instituto. Duraciones, durezas, normalidades, velocidades, rendimientos… Esto es un error garrafal. Porque se nos plantean muchas preguntas alrededor de estos términos. ¿Cual es la velocidad buena? ¿cual es la duración que debería haber? ¿cuánto deberíamos rendir?
El placer no es algo objetivamente mesurable, igual que no lo son las erecciones o la duración de un encuentro.
Una vez aclarado esto, nos encontramos con el segundo problema. Antes de la palabra precoz, va la palabra eyaculación. ¿Sabemos acaso lo que es en realidad una eyaculación? ¿Qué significa?
Dando unas pinceladas, porque esto da para otro post completo, la eyaculación es un proceso separado del orgasmo, de la erección y de la satisfacción. Sí, eyaculación, orgasmo y satisfacción no van siempre de la mano, a diferencia de lo que el común de los mortales piensa. Y, obviamente, otro de los errores entorno a la eyaculación masculina es pensar que una vez ocurre, acaba el encuentro y ya no se puede hacer nada más.
Estas, y muchas otras cuestiones, crean un caldo de cultivo para que las eyaculaciones ocurran más rápido de lo que nos gustaría (ojo, no hay nada escrito sobre cuándo nos gustaría que ocurriesen… a veces aspiramos a imposibles fisiológicos) y que las vivamos con insatisfacción y poco placer.
Por suerte, la eyaculación precoz es una de las cosas que los sexólogos ayudamos a controlar y solucionar en nuestras consultas. Si crees que te podemos ayudar, en contacto con un especialista de la sexología.